domingo, 18 de diciembre de 2016

¡Navidad! Época propicia para la reconciliación.


                                                                                                  ¡Navidad!
Época propicia para la reconciliación.

               La Navidad ha sido considerada desde tiempos pasados, como una época para la reconciliación, el perdón, el Amor y para expresar lo mejor de nuestros deseos hacia los demás. Es la época en donde las religiones expresan que el Amor de Dios renace, y que junto con el podemos renacer también. Pero lo cierto es mis queridas y queridos lectores, que para dar y expresar Amor Incondicional, primero hay que sentirlo y vivirlo en uno mismo. Siempre he afirmado, que a la primera persona que tenemos que perdonar por sus desaciertos, es a nosotros mismos, para luego ocuparnos de conflictos, malos entendidos o guerras emocionales con otras personas. Cuando se habla de perdonar, en muchos casos se piensa en poner la otra mejilla, que es una enseñanza religiosa; pero en este artículo, el perdón lo concibo en forma diversa. Las razones son muy sencillas, el poner la otra mejilla muchas veces es una postura irreal, insegura y en algunos casos hasta riesgosa, voy a explicarme con algunos ejemplos prácticos: Imagínense por un instante, que se le tenga que pedir a una mujer abusada o golpeada, que ponga la otra mejilla ante su agresor, cuando lo que hay que hacer es protegerla, hacer Justicia y colocar a este ser humano agresor bajo los castigos de la leyes. Otro caso puede resultar, aquellas personas que sistemáticamente, hayan sido humilladas, despreciadas, rechazadas, sometidas emocionalmente a heridas sistemáticas desde el punto de vista emocional, por razones de resentimiento, odio, discriminación por raza, credo, religión o simplemente por su forma de pensar; poner la otra mejilla, doblegando principios y valores, creo, siento y pienso que tampoco es una opción ni válida ni real. Desde el punto de vista emocional, para perdonar no hay que poner la otra mejilla, ni estar con la persona que te ha agredido, ni tener contacto con ella para probar que se ha perdonado, esto es una falsa concepción del perdón. El perdón, comienza por sacar de nuestro sistema todo sentimiento negativo, de odio, rencor, resentimiento, tristeza, rechazo, indiferencia y rabia, que podamos sentir hacia otra persona vinculado con eventos que nos ocurrieron o están ocurriendo en nuestra vida. Una vez hecho esto, muchas veces es sano poner distancia con la persona que nos ha agredido o hecho daño, para en un espacio de tiempo relativo se curen las heridas emocionales y mentales que se pudieron haber causado.  El tiempo siempre es el mejor consejero, y nos dirá si existe posibilidad o no de volver a interactuar con esa o esas personas con las cuales este aprendizaje ocurrió. Al final, la reconciliación con nosotros mismos y con los demás siempre es una buena opción, pues mejora nuestro estado de ánimo y nos proporciona mejores condiciones para vivir una vida de bienestar.

Por el  Dr. José Manuel Rizzo.

lunes, 12 de diciembre de 2016

¡La Miel! Remedio natural muy eficaz.


¡La Miel! Remedio natural muy eficaz.
          La Miel además de ser un alimento muy completo para nosotros los seres humanos, existen estudios clínicos que demuestran sus propiedades medicinales, ya en Egipto, la antigua Grecia y Roma, eran apreciadas sus propiedades alimenticias y medicinales. La primera aclaratoria que hay que hacer, es que la Miel con propiedades curativas debe ser natural; es decir, no puede tener intervención del hombre por algún proceso industrial o ser calentada a más de 60 grados centígrados.
          Son muchos los beneficios y usos medicinales de la Miel, pero quiero dedicar este artículo para mencionar algunos otros usos, menos conocidos o tradicionales.  La Miel regula el azúcar en la sangre y es un laxante natural, debido a que cuando esta llega al colón se comporta como una fibra vegetal, haciendo que el agua en el intestino se absorba, agrando la heces y produciendo un efecto de laxante suave. Adicionalmente, hasta el siglo XX, la Miel ocupo un lugar preponderante en la Medicina convencional para el tratamiento de las infecciones hasta la aparición de la penicilina. Reconociéndose hoy día, como un tratamiento natural válido para el herpes simple o herpes zoster. También, es efectiva en el tratamiento de la tos, para lo cual recomiendo mezclar 4 cucharadas de miel de abeja, agregar jugo de un limón, calentar en baño de maria y dejar reposar. Para un tratamiento efectivo debe tomarse 1 cucharadita cada 2 horas.
          Por otra parte, es menos conocido que una cucharadita de miel de abeja natural en ayunas, puede favorecer la curación de las úlceras estomacales. En el caso del tratamiento de las heridas y quemaduras, la Miel por sus propiedades antisépticas y cicatrizantes ayuda a evitar infecciones y favorece la aceleración de la cicatrización de la piel. Por ejemplo: en el caso de las quemaduras, lo primero que hay que hacer es reconocer el grado de las mismas; es decir, si es de primer, segundo o tercer grado, luego, aplicar agua fría sobre la quemadura, por 5 minutos si es de primer grado o 15 minutos si es de segundo grado. En ambos casos, deberá aplicarse seguidamente Miel, cubriendo no solamente la zona de la quemadura sino también las zonas que la rodean, con una capa que tenga ½ centímetro de espesor. Finalmente, la Miel puede ser un gran aliado para combatir el estrés y la ansiedad, tomando una cucharada al día. Termino este artículo, recomendándoles que sean muy selectivos a la hora de adquirir su Miel, pues está es la clave para tener una con una calidad y cantidad óptima de propiedades, como vitaminas, minerales, antioxidantes y propiedades curativas.

Por el Dr. José Manuel Rizzo.

www.josemanuelrizzo.com