miércoles, 11 de enero de 2017

Efectos Psicológicos de los colores en el ser humano.


Efectos Psicológicos de los colores en el ser humano.

Ya desde el siglo XVIII se iniciaron los análisis y evaluaciones acerca de los efectos psicológicos del color sobre los seres humanos.
Todos los estudios, test y pruebas realizadas, concluyen que los colores producen en el ser humano reacciones a nivel psicológico y fisiológico. En cuanto a los efectos psicológicos han sido comprobado dos específicamente, unos que se consideran directos y otros indirectos. Los primeros se refieren a aquellos colores que hacen de un ambiente alegre o sombrío, frío o cálido; por su parte los indirectos, son aquellos que están relacionados con los afectos y con las asociaciones que hacen las personas, al estar frente e interactuar con los colores ya sea en forma subjetiva u objetiva. Otro factor que puede modificar el color y la apreciación de la persona frente a este, es la iluminación del ambiente; ya que esta, además de modificar el color en la forma en que se direcciona puede crear un ambiente diverso.
A continuación describo algunas características en el orden psicológico de los colores:
El color Rojo: se relaciona con el elemento fuego, es el color de la sangre, el más caliente de los colores cálidos, está relacionado con  los impulsos, el peligro y la pasión. Es bien conocido, que el color rojo puede elevar la tensión arterial, acelerar las palpitaciones, respiración, estimula actitudes agresivas o coléricas; al igual que, puede activar la circulación, la vitalidad, la acción e influencia sobre el humor de los seres humanos. La utilización del color rojo en una habitación puede generar irritabilidad, ansiedad y agobio.
El color Amarillo: Este color está relacionado con el sol, genera reacciones de calor, buen humor y alegría. Es considerado un color que energiza, que actúa sobre el sistema nervioso, digestivo, músculos, y, se le atribuyen cualidades relacionadas con el despertar intelectual, la inspiración creativa y la actividad mental. El color amarillo es utilizado en el tratamiento de la psiconeurosis por sus propiedades de calmar los estados de excitación nerviosa. El vestirse de color amarillo, es recomendable cuando estamos en climas fríos, también es recomendable para los accesos de salones sociales, cuartos de estudio o reuniones; evitando por supuesto, el color amarillo intenso que da una sensación de informalidad.  
El color Verde: Es considerado un color con propiedades sedativas en casos de sobre excitación  nerviosa; también es beneficioso, para mejorar el insomnio, la fatiga, neuralgias, dolor de cabeza, presión sanguínea alta, reforzar la vista, genera seguridad y esperanza. En los ambientes, el color verde influencia al hombre hacia la sensación de frescura, humedad y favorece la paciencia. Generalmente, lo arquitectos o profesionales de diseño de interiores lo utilizan en la decoración, como toallas, sofás, plantas o detalles de color verde.
El color Azul: el color azul está relacionado con la comunicación, se dice que produce un efecto tónico, calma las emociones, da paz, tranquilidad, es antiséptico, antifebril, astringente. Además, tiene propiedades para desintegrar energías negativas o discordantes; favorece la amabilidad y la serenidad. Es ideal su utilización para el cuarto de niñas y niños; pero en el caso de su utilización en otros ambientes, este color tiene que utilizarse con precaución porque la sobreexposición al mismo puede generar depresión o fatiga.
El color Blanco: El color Blanco está relacionado a la paz, la pureza, la espiritualidad, la alegría, la pulcritud, estimula la humildad y la espiritualidad creativa. Es la fusión de todos los colores y la presencia de la luz, de la Divinidad, el más allá y del renacer. El color blanco en los ambientes, se usa en grandes cantidades sin sobrecargar los ambientes, dando luminosidad y amplitud absoluta, modernidad y frescura.
El color Negro: Se relaciona con la oscuridad, la formalidad, el dolor, la solemnidad, la tristeza. Tradicionalmente, se relaciona con el poder, el misterio, la elegancia en el vestir, pero no es recomendable usarlo bajo estados ansiosos o depresivos. La utilización del negro en grandes cantidades puede generar agobio pues absorbe toda la luz.  Es recomendable, utilizarlo tanto en espacios como en accesorios y detalles en pequeñas cantidades.
El color Anaranjado: Este color se relaciona con la comunicación, el equilibrio, la seguridad y la confianza. Disminuye la fatiga, estimula el sistema respiratorio, la vitalidad, la diversión, el movimiento, la pasión y el optimismo.
El color anaranjado favorece el trabajo en equipo, la unión, la conversación, ideal para reuniones familiares o corporativas. Es un color que abre el apetito y genera movimiento, genial para lugares de comida rápida.
En fin, el color influye e interactúa en el ser humano influenciándolo psicológica y fisiológicamente.
En tiempos antiguos, los egipcios, chinos, indios e Iraníes, utilizaban y otorgaban a los colores el poder de curación sobre el organismo, pero esto lo voy a dejar para otro artículo.

Por el Dr. José Manuel Rizzo.           


www.josemanuelrizzo.com


lunes, 2 de enero de 2017

"La Conquista del Éxito".



“La Conquista del Éxito”.

La Conquista del Éxito, pasa por entender cómo funciona nuestro cerebro, y, esa concepción de separación que desde los griegos se ha querido hacer entre la razón y la pasión. Dicho de otra forma, el gran dilema de actuar con la razón separando las emociones. Pero hoy en día, sabemos gracias a los estudios del cerebro realizados en los años 90 por el Dr. Giacomo Rizzolatti, quien era Director del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Parma, que en nuestro cerebro la corteza cerebral donde se llevan a cabo las funciones cerebrales complejas como la memoria, la atención, la conciencia y el lenguaje, conocida también como el área encargada de la razón; contrariamente a lo que se creía, esta no trabaja en forma independiente de otras funciones del cerebro, como por ejemplo, las ubicadas en el llamado cerebro límbico, responsable por el manejo y respuesta de nuestras emociones, siendo todo esto posible gracias al descubrimiento de las neuronas espejo por parte del Dr. Rizzolatti y su equipo. Ya sabemos que estas neuronas, nos proporcionan una representación interna de las acciones, tanto propias como ajenas, siendo también responsables de comportamientos como el reconocimiento, la imitación y la empatía. En conclusión, nuestro cerebro trabaja en forma integrada y su funcionamiento así lo demuestra, por lo tanto, es importante a la hora de programarnos para alcanzar nuestras metas y objetivos, conocer y comprender como funciona nuestro cerebro, y la importancia que nuestras emociones tienen para el logro de las mismas.
A continuación explico el primero de los trece pasos que he diseñado para alcanzar el Éxito.  
      Primer paso: Definir en forma clara nuestro objetivo. Lo más importante en la vida es saber lo que queremos y hacia dónde vamos, pues de lo contrario creamos la duda y confusión en nuestro cerebro de que es lo que realmente queremos obtener o conseguir. Un ejemplo muy claro de esto, es cuando una bella mujer me dice: Yo quiero tener una pareja pero no la encuentro. La situación de conseguir o no conseguir es pareja, es el siguiente paso, pero lo primero es que ni siquiera se ha definido con claridad, que tipo de pareja se quiere tener. En el caso que nos ocupa, podría ser: quiero un hombre maduro, inteligente, que me respete, que me comprenda, etc. Definir en forma específica y clara lo que queremos, genera dos beneficios a nuestro cerebro, uno permite eliminar la duda de nuestra mente, y, dos facilita el enfoque para conseguir el objetivo. Esta descripción específica y detallada de nuestros objetivos, puede servirnos para todo tipo de metas, como por ejemplo: El adelgazar 5, 6, 7 kilos, los que deseen hacerlo en este año que comienza. Por otra parte, considero importante compartir algunos consejos útiles a la hora de definir nuestros objetivos en forma clara y precisa:
                  Toma papel y lápiz para escribirlos, recuerda que lo que no está escrito no lo  procesa nuestro cerebro.
         Seamos descriptivos a la hora de definir nuestras metas u objetivos, no hay que escatimar en la utilización de palabras, adjetivos y frases. Ejemplo: Quiero adelgazar 6 kilos en 7 meses.
              Establezcamos objetivos reales y específicos a corto, mediano y largo plazo; es decir, objetivos alcanzables. Si yo estableciera como objetivo el comprarme una casa de $1,000.0000.00, durante los próximos 6 meses, tendríamos que evaluar si ese sueño con mis ingresos actuales o la proyección de ellos u otras fuentes de ingresos en los próximos 6 meses es realmente alcanzable o no. De lo contrario, nuestros sueños los dejamos al azar, a la aventura, y esto equivale como a jugarnos un número de lotería, donde nos podemos ganar el premio mayor o simplemente no ganarlo, con las consecuencias emocionales que ello causa.
                    Para establecer objetivos alcanzables la fórmula es muy sencilla, tiene que ser un objetivo o meta, que nos motive a querer lograrla o conseguirla como el aire que respiramos. Es decir, si nosotros no respiramos morimos, y, alcanzar esa meta y objetivo tiene que convertirse en lo más importante en este instante, en este momento en nuestra vida. En nuestro ejemplo de adelgazar, para lograrlo, debemos estar convencidos, apasionados y motivados para lograr el objetivo de adelgazar 7 kilos. Pero aquí surge la pregunta: ¿Cuál es la razón que me mueve e inspira para lograrlo? Esta es la pregunta clave, y dependiendo de la respuesta se sientan las bases o no para el logro nuestros objetivos.    
           Nuestros objetivos deben ser definidos más allá de nuestra situación, posición o realidad actual. Pues ella, simplemente puede ser una circunstancia producto de las decisiones que hemos tomado hasta ahora en nuestra vida. Por ello es importante, pensar en grande, más allá de nuestros estándares actuales de vida, negocio, trabajo, situación financiera, familiar o emocional. Este es nuestro momento, para escribir en nuestro papel un objetivo, una meta, un sueño, lo suficientemente grande a lograr, que nos produzca pasión, compromiso y felicidad. Dicho de otra manera, ha llegado el momento de sembrar en nuestra mente la semilla de grandeza que nos merecemos.
     En fin, a la hora de definir nuestros objetivos o sueños, siempre es una buena idea hacerla con nuestro cerebro integral; es decir, agregándole una buena dosis de razón y una gran dosis de pasión y Fe por lo que queremos lograr.
Por el Dr. José Manuel Rizzo.

www.josemanuelrizzo.com